El hombre que bautizó a Entre Ríos
Fue Tomás de Rocamora, quien llegó por primera vez a estas tierras enviado por el Virrey Vertiz desde Buenos Aires. Primero se llamó Continente de Entre Ríos, nombre con el que se denominó a la región, más tarde el actual nombre que lleva.
Tomas de Rocamora, llegó a las tierras bordadas por el río Uruguay y Paraná enviado por el Virrey Vertiz para establecer poblaciones en estas zonas. Ya instalado le envió una carta a la máxima autoridad llamando a estas tierras como Continente de Entre Ríos, nombre que quedó como definitivo para nombrar a la región.
Un año después de llegado éste suelo, Rocamora fundó las primeras tres poblaciones: San Antonio de Gualeguay Grande (actualmente Gualeguay), Arroyo de la China (Concepción del Uruguay) y San Antonio de Gualeguaychú (Gualeguaychú).Cuando el Virrey Vertiz gobernaba en el Río de La Plata, en estas tierras los vecinos convivían con malvivientes, forajidos de la justicia, los que practicaban un fluido contrabando con Brasil, imperio que proyectaba la incorporación de la Mesopotamia a sus dominios.
La situación se agravó cuando se estableció una nueva capilla en la zona de Gualeguay, ya que el hecho produjo una serie de conflictos entre los pobladores de la región sobre la ubicación de la capilla y el dueño de las tierras.
Ante las diferencias existentes, el Virrey dispuso el envío de un fiscal y soldados para solucionar el problema. Para esta misión fue nombrado en febrero de 1782 Tomás de Rocamora, quien era entonces ayudante mayor del regimiento de Dragones de Almanza, destacado por su talento y experto en misiones de este tipo.
Rocamora solucionó fácilmente el conflicto sobre la ubicación de la iglesia. Le respondió al Virrey el 10 de febrero de 1872. El lugar que había elegido el Obispo era un sitio tan seco que ni los pozos daban agua. Estuvo de acuerdo con la mayoría de los vecinos que querían edificarla en un sitio alto, protegido de las inundaciones, pero cercano a la costa del río Gualeguay.
Si bien Rocamora debía volver a Buenos Aires, le escribió otra carta al Vertiz describiéndole un Padrón de Entre Ríos, Una Sucinta Relación de los Cuatro Partidos (Nogoyá, Gualeguay Grande, Gualeguaychú y Arroyo de la China) y además un Plan Económico para la zona.
En estas cartas Rocamora dice “Asegúrese V.E. que ejecutando como planteo, antes de muchos años será la de Entre Ríos de que trato, lo que dije, la mejor Provincia de esta América”.
¿Cómo es posible que un militar nicaragüense, criado en España, que vivió cinco años en Buenos Aires y menos de un mes en Entre Ríos, fue capaz de hacer esa afirmación a la máxima autoridad del Río de la Plata?
Es parte fundamental del mito de Entre Ríos, una provincia conocida por ser acogedora y familiar.
Quizás por su formación militar tenía un pensamiento estratégico, y por eso cuando fundó Gualeguaychú diseñó la urbanización siguiendo el modelo que se conoce como de damero: manzanas de 100 varas de lado y luego distribuyó los terrenos asignando sólo cuatro propiedades por manzana. Con esto buscó que la villa fuera saludable y estuviera prevenida contra incendios, cosa siempre posible de suceder en un sistema de vida en que el fuego de leña y las construcciones de paja eran los elementos cotidianos.
Además Rocamora tuvo en cuenta que la región tendría cada vez más importancia estratégica, por eso cuidó de que los lugares destinados al gobierno estuvieran en alturas desde las que se dominara el río y la isla.
Algunas acotaciones
Sobre la fundación de estas primeras poblaciones la historiadora entrerriana Beatriz Bosch escribió: “…en el mes de octubre (1783) Rocamora se traslada a Gualeguaychú. De acuerdo con los vecinos elige el terreno y procede como en los casos anteriores (Gualeguay y Concepción del Uruguay) a su desmonte y nivelación. La fundación solemne se efectúa el 18 de octubre… El fundador ha perforado tres pequeños claros en la espesura del monte”.
Al producirse el Cabildo Abierto de 1810, Rocamora se encontraba en Yapeyú desempeñándose como gobernador de Misiones. Fue uno de los primeros en sumarse a la causa patriota y enseguida tomó medidas para defender su territorio amenazado tanto por los realistas de Asunción y Montevideo y desde Brasil por los lusitanos. Desde su puesto asistió a Belgrano en la expedición al Paraguay.